Esta histórica tierra de hombres diestros y dedicados a la faena agrícola fue uno de los ejes de la formación evolutiva del caballo peruano de paso. El paso del tiempo y el desconocimiento ha hecho que se olvide o se soslaye la contribución de Guadalupe en la evolución de nuestra raza caballar.
Basta mencionar algunas glorias y personajes legendarios de cuna o residencia guadalupana para reconocer su gravitación nacional en la esfera equina. Entre ellos figura don José Bernardo Goyburu Rázuri. Al respecto el costumbrista José Vicente Rázuri resalta: "Guadalupe es la meca de la crianza del caballo de paso".... Muchos ejemplares fueron llevados a diferentes países como por ejm Ecuador, Panamá. Y en Lima, quien más deslumbró por la exhibición de arrogantes caballos, fue don José Bernardo Goyburu, que con excelentes chalanes, como Pedro Aranda, Juan Soltero y Francisco Reaño "Trinche", conquistaba los más trepidantes aplausos".
Don Federico de La Torre Ugarte es la gloría más reconocida oficialmente en las páginas de la historia. Fue fundador de la Asociación de Criadores y Propietarios de Caballos Peruanos de paso y ostenta el título de Presidente Honorario Vitalicio de la mencionada asociación.
Entre los chalanes de estirpe guadalupana, además del legendario Pedro Aranda, brilla sobre su brioso corcel Ricardo Soltero, un genio y maestro, para muchos el mejor chalán de la historia.
Mucho antes de que aparecieran los concursos oficiales, la famosa Feria de Guadalupe, era el centro de exhibición y comercialización de caballos de paso, de finos aperos, pellones, ponvhos. Esta galana ciudad era el centro de concentración de los más entendidos criadores y aficionados. Esta fina raza y noble tradición, tiene en Guadalupe y en sus eximios cultores uno de los más impresionantes formadores de la estampa, la contextura, el brillo y el paso llano que hoy se admira en otros países del mundo.
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